Alguien heló tus labios es una alfombra mágica que nos permite viajar a través de tres siglos de nuestra historia. La novela describe la lepra del poder, las revueltas territoriales, el miedo a la Inquisición, la corrupción de los gobernantes o los anhelos de reforma sin olvidar el amor con su doble cara de salvación y condena.
Otoño de 1814. Napoleón ha sido derrotado, y entre los restos de un Madrid harapiento sobrevive el antiguo palacio familiar que un embajador de Carlos V hizo construir a mediados del siglo XVI. Refugiados en sus salones, dos viejos amantes, el marqués de Armillas y la condesa viuda de Montemayor, desgranan sus recuerdos y recorren, tras la memoria de sus antepasados, algunas de las páginas más decisivas del tiempo de los Austrias. Así, y aunque contemplada desde el paisaje después de la batalla, la historia de España, llena de momentos emocionantes rejuvenece en los anhelos y esperanzas de quienes soñaron con un país ideal.
Una pareja comienza a sufrir las consecuencias del desempleo y la precariedad; él decide incorporarse a una nueva organización política mientras que ella procura en vano que todo siga igual. El empleado de una moderna empresa trata de conciliar la arrebatadora fascinación que le provoca su jefe con el progresivo deterioro de sus condiciones laborales. Un joven sin cualificación se queda en paro y, para ahorrarse el alquiler, decide irse a vivir con su tía septuagenaria; la convivencia entre los dos hará aflorar serios conflictos pero también, quizá, una nueva forma de entendimiento.
Los cambios causados por la crisis nos afectan más profundamente de lo que pudiéramos pensar: influyen de manera decisiva en cómo nos relacionamos y en la percepción que tenemos de nosotros mismos, provocando enfrentamientos y reacciones que en otras circunstancias nos hubieran parecido impensables. Asamblea ordinaria es una novela sobre el impacto de la crisis económica en la sociedad española actual pero, como toda obra auténticamente literaria, es también una historia sobre la vida y sobre cómo decidimos vivirla.
El cuarteto de novelas protagonizadas por Arturo Bandini –álter ego de John Fante– es una de las cumbres de la literatura norteamericana. Su creación no fue un camino de rosas: el primer título, escrito en 1936, fue rechazado y permaneció inédito hasta que la viuda del autor lo recuperó póstumamente; el segundo y el tercero, publicados en 1938 y 1939, pasaron entonces sin pena ni gloria; el último se lo dictó a su esposa, ya anciano y ciego, y apareció un año antes de su muerte. En medio, el redescubrimiento de Fante gracias a un rendido admirador que le recomendó a su editor que lo rescatase del olvido: Charles Bukowski.
El antihéroe Bandini lo reconocemos durante su infancia y adolescencia en el Colorado de la Gran Depresión, hijo de una familia de emigrantes italianos pobres; lo reencontramos en Los Ángeles, con dieciocho años, haciendo trabajos mal pagados y soñando con ser un escritor. Un sueño por el que lucha entre penurias económicas mientras trabaja como guionista en Hollywood y vive experiencias sexuales y amoríos: con una prostituta, con una camarera mexicana, con su casera, que podría ser su madre.
Rogelio, al que todos creían muerto en 1936, regresa en junio de 1977 al pueblo donde nació y fue fusilado junto a su padre y su hermano. Son los días de las primeras elecciones democráticas. Cuando la noticia se da a conocer, los sentimientos de los supervivientes se cruzan y reaparecen tras más de 40 años. Todos dan por hecho que vuelve para vengarse, pero en su regreso lo acompaña su esposa, veinte años más joven que él, y su hija de 19 años. Rogelio no sabe quién le delató entonces, por qué está vivo, por qué las balas de los que le fusilaron no le alcanzaron. Tras caer a la fosa logró escapar de ella en la oscuridad antes de que les cubrieran con tierra. Su hermana sabe que está vivo desde hace 20 años, pero lo ha silenciado por miedo. Ahora que Franco ha muerto es la hora del reencuentro.¿Qué busca Rogelio? ¿Solo visitar la fosa donde están su padre y su hermano junto a otros vecinos y reencontrarse con sus orígenes? ¿Cómo reaccionará su primera novia, el amor de su vida, o su mejor amigo, que se cambió de bando para sobrevivir y ahora es su marido? ¿Y el topo que ha vivido 38 años encerrado esperando a que el dictador muriera? ¿Qué hará el hijo del alcalde que lideró la revuelta en julio del 36 y que ahora gobierna la villa? ¿Y el sargento de la guardia civil?¿Se desatará una espiral de violencia en los días en que los españoles sellan, por fin, la paz con su voto en las urnas?
Poliédrico, compulsivo y abierto a todas las posibilidades que depara la escritura, Fernando Pessoa es uno de los escritores más fascinantes y atractivos del siglo xx, y autor de una obra que transita todos los géneros en una continua sucesión de búsquedas y hallazgos. La lectura de su narrativa breve supone internarse en un gran bosque con multitud de caminos y propuestas. Significa conocer no solo la prosa del mayor de los poetas portugueses, sino también la de muchos de sus heterónimos, como Bernardo Soares, Vicente Guedes o Pêro Botelho, que son -cada uno con su personalidad y su estilo- quienes firman cuentos tan diversos como los tempranos «Incomparecencia» o «El vencedor del tiempo», los relatos extraídos de Libro del desasosiego, o también esa joya de la literatura universal que se titula «El banquero anarquista».
Esta edición -la más completa, sin duda, hasta la fecha en nuestro idioma- ha sido preparada y traducida por el narrador y poeta Manuel Moya, uno de los mayores expertos en la obra de Pessoa y traductor de gran parte de su poesía. Una tarea ardua que ha supuesto bucear entre manuscritos, recomponer puzzles, completar huecos y localizar piezas perdidas, para que el lector tenga, por fin, todos los cuentos conocidos de un autor al que, quizá, por su grandeza y peculiaridad, nunca terminaremos de conocer del todo.
Rosa es una historiadora treintañera que recibe el encargo de escribir la biografía de un personaje de segundo orden de la Transición española, Jaime Monasterio, padre de su amiga Paloma, cuyas memorias le facilita ésta. Rosa descubrirá que su rutinaria tarea es un pretexto para ayudar a la desarticulación de una célula de agentes durmientes al servicio del espionaje ruso, surgida entre las amistades del padre de su amiga.
La historiadora, convertida en informante del servicio secreto, descubrirá que un mundo sin traiciones es un escenario sin cambios como lee en las fascinantes memorias de Jaime Monasterio, donde no faltan menciones a Ramón Serrano Súñer, Benito Mussolini, Alessandro Pavolini, Dionisio Ridruejo, Edgar Neville, el rey Faruk de Egipto, José María de Areilza o Adolfo Suárez. Por contra, en su cometido, Rosa comprenderá que vive en un estado de hibernación, personal y laboral. A diferencia de los espías de la red que tiene que descubrir, Rosa lleva una vida rota, hecha de relaciones con hombres equivocados, carencias familiares y trabajos eventuales, en una soledad donde ni siquiera puede aspirar a la categoría de bella durmiente, a la espera del amor que la despierte.
En la boca del lobo es una novela sobre la guerra y la mafia, la inocencia y la corrupción, y la historia como acumulación de lo irremediable. Ambientada principalmente en Sicilia durante la Segunda Guerra Mundial, relata el intento de reconstrucción de un país después de una violenta contienda a través de la mirada de varios personajes. Will Walker, oficial inglés de Seguridad sobre el Terreno, lleva a cabo una tentativa de dominio del gran juego de la inteligencia y la intervención militares. Ray Marfione, soldado de infantería italoamericano, experimenta el devastador trauma psicológico de la batalla hasta que poco a poco, desde su escondite y con la ayuda de una princesa siciliana, emprende el largo camino de retorno a la vida. Cirò Albanese es un mafioso que ha disfrutado de un prolongado y fructífero exilio en Nueva York durante los años del fascismo italiano. Regresa para recuperar su vida anterior, incluida la esposa que desde hace mucho lo da por muerto. Junto a algunos amigos liberados de prisión y con la ayuda inconsciente de los aliados, trabaja por el restablecimiento del control de la mafia en Sicilia. Escrita en capítulos cortos de una intensidad lírica extraordinaria, En la boca del lobo confronta los pequeños detalles brillantes de la experiencia individual con unas fuerzas históricas de contundente enormidad. Es testigo de los esfuerzos de los personajes por encontrar algún significado en todo ello, por contarse a sí mismos historias que tengan sentido. Los numerosos relatos se entrelazan y se separan a lo largo de una novela que registra, con toda la brutalidad posible, los acontecimientos de dichas vidas sin juzgar su significado o su valor.
Vivimos rodeados de maldad, acobardados por la violencia, temerosos de todo lo que pueda ocurrirnos a nosotros y a quienes queremos. Lo vemos en la televisión, en los periódicos: maltrato, asesinatos en serie, abusos, terrorismo. Miremos donde miremos habitamos con ello y, sin embargo, no sabemos en realidad dónde se esconde el verdadero horror o qué podemos esperar de los auténticos causantes del mal. ¿Y si siempre hubiesen estado aquí? ¿Y si hacemos la vista gorda al acoso escolar y este no es sino el mecanismo infalible para perpetuar la violencia? ¿Y si ponemos cara a un asesino célebre, como Manson, pero olvidamos que parte de nuestra educación la heredamos de alguien tan cruel como Rousseau? ¿Y si todos nuestros miedos no fueran sino terrores primigenios? ¿Y si los causantes del mal fuéramos nosotros mismos?
Con este tercer y valientísimo libro de cuentos, Miguel Ángel Muñoz nos pone cara a cara, hasta hacernos caer de bruces, con la maldad –desde el realismo más cruel de algunos relatos, con el yihadismo o el 11-M como protagonistas, hasta el terror fantástico y legendario que viene a explicarnos la realidad, en el último de ellos–, y lo hace con todo el riesgo posible: aunque no queramos verlo, tenemos derecho a vivir con miedo, a tener miedo. Porque vivimos entre hijos de puta. Entre malvados.
Durante los tres últimos días del mandato del general Primo de Rivera, la disputa por controlar un paquete de cartas destinadas a Alfonso XIII, redactadas por algunos de los prohombres más poderosos del país, obligan al escritor Enrique Jardiel Poncela, a una solitaria profesora, a una joven dramaturga y a un sereno de oscuro pasado a convertirse en detectives para realizar una indagación que los conducirá desde los ambientes teatrales y artísticos menos conocidos hasta algunos de los parajes más extravagantes del Madrid de los años treinta: apuestas clandestinas de riesgo extremo, teatros de autómatas, el tráfico de cadáveres con las facultades, asilos de actores, los llamados Cementerios Ambulantes o la vida oculta de la aristocracia más próxima a la monarquía; recorrido que desvelará un entramado trascendental para el futuro del país.
La enigmática muerte del escultor Antonio Susillo es el último eslabón de la cadena de maldiciones que sufrió la infanta María Luisa Fernanda de Borbón -hermana de Isabel II- desde que se estableció con su familia en el palacio de San Telmo de Sevilla, convertido en verdadera Corte Chica del reino de España durante una generación. Su mirada femenina nos adentra en un siglo agitado y tumultuoso, plagado de revueltas, pronunciamientos y conspiraciones a los que algunos casos no fue ajeno su propio esposo, el duque de Montpensier, eterno aspirante al trono. Estas memorias apócrifas desvelan la clave de aquellos acontecimientos sucedidos en el siglo XIX y que sin embargo -como si de otra maldición se tratara- han marcado la historia de España hasta nuestros días.
En la Europa del siglo XX un hombre enigmático que huye de su pasado y una niña perdida que busca a su padre se encuentran por azar. Hanna está desorientada, no sabe valerse por sí misma. Marius decide acompañarla y juntos emprenden un viaje que los llevará hasta Berlín.
Un recorrido marcado por una serie de escalas imprevisibles que nos acerca a un elenco de personajes «realmente deslumbrante » (Diario Digital), cada uno con una historia particular y todos juntos con un mismo fin: revelar el verdadero rostro de nuestra memoria colectiva. Porque es en las distancias cortas donde la multitud se desvanece dando paso a individuos concretos; gente capaz de mirar.
Este libro ofrece la posibilidad única de acercarse al fenómeno editorial chino que ha conquistado el mundo y ha ganado el premio Hugo 2015 a la mejor novela, siendo la primera vez que una obra no escrita originariamente en inglés merece tal reconocimiento. Su autor, Cixin Liu, es el escritor de ciencia ficción más relevante en China, capaz de vender más de un millón de ejemplares en su país y convencer a prescriptores de la talla de Barack Obama, quien seleccionó El problema de los tres cuerpos como una de sus lecturas navideñas de 2015, y Mark Zuckerberg, que lo convirtió en la primera novela de su club de lectura. Ahora el público y la crítica de los cinco continentes se rinden a esta obra maestra, enormemente visionaria, sobre el papel de la ciencia en nuestras sociedades, que nos ayuda a comprender el pasado y el futuro de China, pero también, leída en clave geopolítica, del mundo en que vivimos.
Cesare Annunziata, como en el poema de Kipling, trata al triunfo y a la derrota como a dos impostores…. O eso procura pese a sus 80 años, su viudedad, los errores cometidos, sus problemas prostáticos y el insomnio, sumados a una mala relación con su hija y un nulo trato con su hijo, quien teme confesarle su homosexualidad. Cada mañana, cuando estrena el mundo, sale a dar las patadas que puede a la vida, con el único apoyo emocional de sus escasísimos amigos: «La loca de los gatos» que se dedica a acoger mininos por encima de sus posibilidades, y un anciano neurótico y temeroso que no se mueve del sofá. Completa la terna Rossana, una enfermera madurita que redondea sus ingresos haciéndole favores carnales… a él y a medio barrio. Cínico, raro, embustero, desconfiado, arisco, impostor… Cesare vive en la peor ciudad para ser un «sociópata» voluntario: Nápoles, donde todos necesitan relacionarse con el prójimo. Sabedor de que el mundo no es para los buenos, se levanta cada mañana con la firme intención de «tocarle las narices» a alguien. Para ello, miente, chincha, hace rabiar a cuantos puede y se inventa ser quien no es para lograr su objetivo: sentirse vivo. La existencia de este cascarrabias profesional podría haber seguido su rumbo habitual pero todo cambia cuando decide no mirar hacia otro lado; dejar de ser un cínico y actuar como un hombre comprometido. Es así como concluye involucrarse en el maltrato recibido por su nueva vecina de descansillo por parte de su siniestro marido. No deja para mañana lo que sabe que no podría hacer nunca y, sin abrigarse con ningún tipo de solemnidad, interviene.
El libro en sí es una suerte de viaje, pues la narradora va hilando trayectorias y distintos personajes a lo largo de la novela. El viajero involuntario entrelaza historias, aunque la principal es la de la protagonista del libro, Line, una joven de origen vietnamita que descubre en un museo la historia de Albert Dadas, el primer caso de viajero involuntario o “turismo patológico” en el siglo XIX. Sorprendida por la historia, Line comienza a indagar más sobre Albert Dadas y su patología. Este hombre francés tiene una condición extraña: es incapaz de permanecer en lugar durante mucho tiempo, necesita viajar. Viajar sin rumbo, viajar en cuanto oye el nombre de una ciudad que no conoce, viajar aunque tenga que dejar su vida atrás. (…)
Éste es un ejemplo de viajero involuntario, pero a medida que Line indaga empiezan a venirle a la memoria más tipos de viajes involuntarios. Recuerda a la atleta somalí Samia Yusuf Omar, quien participó en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y que conmovió a todo el mundo por su deportividad, a pesar de llegar última en la prueba. Samia no pudo participar en los siguientes Juegos Olímpicos porque murió en una patera cuando intentaba alcanzar Italia para poder continuar con su sueño de ser una gran atleta. Nadie quiere escapar así de su país, nadie quiere perder la vida en una patera, intentando logar lo que más le gusta. Es, digamos, otra forma de viaje involuntario. Un viaje que alguien no busca, pero que tiene que hacer.
Durante quince años, todos los viernes Dželal Pljevljak se pone al volante de su coche, un mítico Volga M24, para recorrer los ciento dieciséis kilómetros que separan su casa en Split, en la costa dálmata, de Livno, Bosnia, para participar en la oración semanal de la mezquita. Un día, a principios de otoño, una repentina nevada le obliga a detenerse en Fatumi, un pequeño pueblo cuya existencia desconocía hasta la fecha, y allí será donde su vida cambiará para siempre.
Varios años más tarde, cuando Bosnia está viviendo una de las fases más dramáticas de su guerra civil, un director de documentales intenta aclarar las incógnitas del fatídico día de Año Nuevo en el que Dželal Pljevljak se convirtió, a su pesar, en el protagonista de uno de los más controvertidos episodios en los albores del conflicto.
En Volga, Volga, que junto con Buick Rivera y Freelander cierra la trilogía que Jergovic dedica al destino, a menudo burlón, que une a los hombres con sus coches, la conmovedora historia de Dželal toma forma lentamente, página a página, como un delicado y conmovedor mosaico, en el que su destino queda inserto en medio de otras muchas existencias con las que comparte la experiencia de la guerra, del dolor, de la culpa, de la muerte… y la esperanza de una redención.
Lograr lo más difícil: regresar a la escritura como si esta fuera un combate de boxeo que se gana en el último round; volver también al fondo de la memoria, al tiempo ido de la juventud, y salir indemne de ese viaje –entre el dolor y la sonrisa–; retornar al riesgo, a la felicidad del juego, a la exploración; y además revolver, girar, darle la vuelta a la sintaxis, a las palabras, y a la vida.
Conseguir lo más complicado. Eso es lo que propone –y logra con rotundidad– Hipólito G. Navarro, el más importante de nuestros cuentistas actuales, en su esperado regreso al género. Las mismas virtudes y nuevos registros en estos cuentos donde todo es posible, donde todo está permitido. De nuevo la alegría de poder leer a uno de los grandes. Porque La vuelta al día no es solo un libro. Es un acontecimiento.