Fue autor de unas trescientas novelas,en su mayoría de género histórico aunque revestidas con toques aventureros, entre las que destacan Men Rodríguez de Sanabria (1851), El pastelero de Madrigal (1862), El cocinero de su majestad (1857), El Conde-Duque de Olivares (1870)… Escritor afiliado al costumbrismo, se hace patente esta característica en obras como Los desheredados(1865) y Los hijos perdidos (1866), y en su dedicación a narrar las aventuras de bandoleros célebres como en Diego Corrientes, historia de un bandido célebre (1866), José María el Tempranillo, historia de un buen mozo (1886) o El Chato de Benamejí, vida y milagros de un gran ladrón (1874). Algunas de estas novelas de bandoleros fueron editadas hacia mediados del siglo XX en revistas quincenales o mensuales como relatos de aventuras y romance ilustrados, ediciones que también pueden consultarse en nuestra Biblioteca.
Su estilo literario fue muy criticado, tanto en su tiempo como en nuestros días, ya que, aún reconociendo sus cualidades narrativas, se le acusa de haber degenerado la novela histórica en novelas de aventuras, atribuyéndole una imaginación calenturienta, pero también “una esencial falta de erudición sólida, cierto mal gusto y falta de sentido crítico y ponderación.”
Su ritmo frenético de escritura, no pausado, fuera el que quizás daba crédito a estas críticas: “[…]Cierto era que Fernández y González no defraudaba a sus editores. Escribía incansablemente, a una velocidad inaudita, y, en ocasiones, para atender dignamente a sus compromisos, dictaba o escribía, a la par, dos o tres novelas. Valíase, a menudo, de amanuenses o taquígrafos, entre los cuales, por cierto, se hallaron dos escritores llamados a ser célebres, cada uno en su género: Tomás Luceño y Vicente Blasco Ibáñez […]”. (http://loshernandez.wordpress.com/2009/02/28/manuel-fernandez-y-gonzalez-%C2%ABhistoria-de-un-hombre-contada-por-su-esqueleto%C2%BB-1976/)
- Men Rodríguez de Sanabria, (memorias del tiempo del rey don Pedro el Cruel) : novela histórica. En Madrid, Gaspar y Roig, 1853
- Los hijos perdidos : segunda parte de Los desheredados. En Madrid, Manini Hermanos, 1865
- Diego Corriente : (historia de un bandido célebre). En Madrid, Miguel Guijarro, 1866-1867
- Mantos, capas y sombreros ó El motín de Esquilache. En Madrid, Urbano Manini, 1870
- La luna de miel : y La luna de hiel. 2ª ed. En Barcelona, José Espasa, [s.a.]
- Alfredo Perea Rojas (1839-1895), pintor, dibujante e ilustrador madrileño, ilustró la obra Diego Corriente, Miguel Guijarro, 1866.
- Vicente Urrabieta y Ortiz (Bilbao, 1813 -París,1879), destaca por su imaginación y sus vis humorística, que desarrollaría en numerosas publicaciones satíricas. Junto al anterior, ilustra también la obra Diego Corriente, Miguel Guijarro, 1866.
- Antonio Manchón (18??), desarrolló una intensa actividad como xilógrafo en la década de los sesenta y setenta del XIX, publicando en revistas como El Museo Universal, La Ilustración Española y Americana o Arte de España. Ilustró Los hijos perdidos, Manini Hermanos, 1865.
- Eusebi Planas i Franquesa (1833-1897) fue un dibujante, acuarelista y litógrafo catalán, autor de una enorme producción que le convirtió en uno de los más importantes de la segunda mitad del siglo XIX, “creando el prototipo de belleza decimonónica femenina”. Ilustra la obra Luna de miel – Luna de hiel, José Espasa, (s.a.)
